martes, 18 de mayo de 2010

BATALLA DEL 5 DE MAYO DE 1862 (NARRATIVA FICTICIA)


Les voy a contar lo que sucedió aquel día 5 de mayo de 1862, ya teníamos días que veníamos avanzando hacia Puebla siguiéndonos muy de cerca el enemigo, cuando a la entrada de la ciudad recibimos la orden de hacer alto en los fuertes de Loreto y Guadalupe, donde nos dispusimos a esperar al ejército francés, ordenándonos de talo forma, para impedir su paso pues la mayoría de la población de la conservadora Puebla es partidaria de la intervención, fue aproximadamente a las diez de la mañana cuando logramos divisarlos, eran más ¡4000 hombres! bien armados, cruzando fuego con las Guerrillas de Caballería que luchaban en retroceso, cuyos jinetes no se replegaron hasta que la milicia francesa se había formado y estaba lista para avanzar.
Comenzó la guerra anunciándose con un cañonazo y acompañado por los repiques de las campanas de la ciudad, fuimos a tacados tres veces en las cuales, en ningún momento desistimos, los enfrentamos con gran valor y dignidad sin importar ser zacapoaxtlas, tetelences o xochiapulquenses, nuestra prioridad fue la defensa de la madre patria.
Cabe mencionar que entre tiradores y disparos de cañón empezó también una torrencial lluvia que provocó una gran neblina y algo de desconcierto, pero no fue obstáculo para nosotros, por el contrario lo tomamos como una bendición de nuestros ancestros (dioses) ya que después de tres horas de un reñido combate quedó bien puesto el honor de nuestras armas y escarmentando el enemigo por el gran número de muertos, heridos y prisioneros pertenecientes a su ejército.
Debo reconocer que brilló el valor por ambas partes pero la victoria favoreció a la justicia de nuestra causa.
Después de esto mi General Ignacio Zaragoza poco antes de la seis de la tarde envió un telegrama comunicando la victoria… “Las armas nacionales se ha cubierto de gloria”.

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